Autora
Hola, me llamo Paqui Fages, nací en Aldaya (Valencia) un bonito 19 de Diciembre de 1970. Pasé mi infancia y adolescencia en Castellar (Jaén), pueblo donde crecí y estudié de pequeña.
A los 13 años, ya comenzaba a pintar de forma constante y a mezclar colores de forma casi innata y a los 18 años pintaba ya de forma profesional, comenzando a exponer a los 22 años. Mi formación es autodidacta al 80%, procedo de familia de artistas, donde la pintura ha estado presente en mi vida desde que tengo uso de razón. Actualmente desde hace 18 años vivo en Albacete capital, donde desarrollo mi trabajo como pintora en mi estudio situado en la calle Doctor Ferrán nº 112.
He conseguido depurar mi técnica y crear un estilo muy personal (eso dicen), donde domina el sentimiento y el color. Mis interiores (motivo muy repetido en mi obra pictórica) son como sacados de un mundo mágico. También plasmo algunos sueños que me llaman especialmente la atención, en mis lienzos.
Defino mi estilo como impresionista/expresionista con matices Naif, de la fusión de estos tres estilos, nace mi pintura. En casi todas mis obras se pueden observar mensajes, que de forma sutil, suponen críticas a problemas de actualidad. Es un arte comprometido con el tiempo que nos ha tocado vivir.
Pienso, que si se pueden expresar sentimientos a través de la pintura, también se pueden denunciar injusticias y problemas de nuestra vida cotidiana y de nuestro entorno. Es más, casi es una obligación de cualquier artista sea pintor, escritor, escultor… el comprometerse con el momento que le ha tocado vivir y usar su arte para denunciar públicamente, cualquier atentado a la dignidad humana o problema de actualidad. Así hay obras donde se critica el maltrato, la violencia en Palestina, la anorexia juvenil, etc.
Me considero una pintora de raza, con un estilo personal, alegre, divertida, colorista y comprometida con el mundo. Mi ilusión como artista, es que reconozcais una obra mía entre varias, porque esa autenticidad, hace que una parte de mí permanezca en cada obra.
El crear es bonito, es necesario para mí; pero también he de reconocer que el trabajo de artista, de pintora en particular, es muy duro, con días “malos”, el silencio siempre como aliado, sufrimientos, sinsabores, a veces desprecio; pero cuando la inspiración llega y creo una obra, la satisfacción que siento es mucho más fuerte que todos esos sentimientos negativos, esa satisfacción hace que se aleje la tristeza y aparezca una sensación bonita, difícil de explicar, es como una explosión de luz, color, olores agradables, felicidad en definitiva.
Muchas gracias por dedicarme parte de tu tiempo.